Agosto nos encuentra al borde de una gran guerra por la paz, es decir a punto de presenciar el oxímoron más brutal de la historia. El poder hegemónico mundial se ensancha anunciando por la puerta grande el retiro de tropas de lo que queda de Irak, mientras por la ventana se lanza a la yugular de Afganistán tras sus yacimientos de Litio y gas, y se relame imaginando un nuevo conflicto en Irán y un poco más cerca, entre Colombia y Venezuela. Por casa, en tanto, las cosas no son muy diferentes. Lo más recalcitrante de la derecha golpista y terrateniente argentina se quiere quedar con todo, hartos de respetar las instituciones y de pagar impuestos por explotar sus tierras mal habidas y sus trabajadores en negro, avanzan para quedarse con todo.
Si sobrevivimos a este número de Crónicas Martianas será una proeza.
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