
En consonancia con la tapa de nuestro número de Agosto, vimos el film dirigido en 1994 por Oliver Stone “Asesinos por Naturaleza” (Natural Born Killer).
La película es una verdadera cátedra de lenguaje audiovisual, repleta de recursos narrativos dignos de disfrutar e imitados posteriormente casi hasta el infinito en películas del género que pretendían tristemente emularla u “homenajearla” como comúnmente se consigna.
No obstante la historia trata de la violencia y del regodeo casi morboso de los medios de comunicación frente a un par de asesinos seriales que van dejando a su paso un rastro de muerte. Lo interesante del relato puede dilucidarse a partir de una segunda lectura de la historia que escuché alguna vez en una cátedra del gran profesor de guión de la Escuela de Cine: Luis Villalba, quien señaló
una analogía entre los protagonistas y la sociedad norteamericana como colectivo.
Analicemos el diálogo de una de las últimas secuencias donde el asesino Mickey Knox se encuentra en prisión luego de haber matado a más de cincuenta personas. El conductor del programa televisivo “American Maniacs” tiene acceso a una entrevista:
Periodista: Dime, Mickey,… ¿valió la pena?
Mickey: ¿Qué cosa?
Periodista: Matar a toda esa gente (…)
Mickey: ¿…si un instante de mi pureza valió una vida de tus mentiras?
Periodista: ¿En qué lugar de las personas que ya no están en el planeta, por que se toparon con ustedes, está la pureza con la que no podían vivir? ¿Qué hay de “puro” en eso?
Mickey: Jamás lo entenderías. Tú y yo ni siquiera somos de la misma especie. Yo solía ser como tú, pero evolucioné. Desde tu perspectiva eres un hombre; desde la mía eres un mono (…) el asesinato…es puro.
Periodista: ¿Has terminado?... OK. Basta de cuentos;… seamos realistas. ¿Por qué esta pureza en relación con el asesinato? ¿Por qué, santo Dios?... ¡No me mientas! (gritando)
Mickey: Con la escopeta en la mano se hace evidente, como me ocurrió a mí la primera vez que la usé. Ahí me di cuenta de mi única y verdadera vocación.
Periodista: ¿Cuál es, Mickey?
Mickey: ¡Caray, viejo! …soy un asesino por naturaleza.
Resulta interesante analizar en retrospectiva la génesis del actual escenario internacional a través de la observación de ciertas manifestaciones sociales de la actualidad que se muestran muy patentes en el film. Tal vez este sistema de producción capitalista hace que confundamos el desarrollo con la antropofagia y nos haga pensar que los nuevos hombres sean la evolución de la que el personaje de Oliver Stone nos hablaba: una nueva especie surgida triunfante según la concepción darwiniana de selección natural: la de los asesinos por naturaleza.
Lucas Bols
Mendoza, Agosto de 2010
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