Mendoza City Rockers

Que Mendoza no es la Liverpool de Sudamérica ya lo sabemos, pero por suerte, el gobierno de Celso Jaque está cambiando eso.
La productora Offside hizo un esfuerzo sin precedentes para poder traer a los Fabulosos Cadillacs a la provincia y como las entradas que iban entre los 30 y los 200 pesos no alcanzaban para cubrir los gastos, el gobierno provincial, responsable como corresponde, decidió otorgarle un subsidio de 315 mil pesos para que el compromiso no se caiga. Muchos podrían pensar que se trató de un negocio para pocos, pero lo cierto es que este tipo de ayudas se viene gestando desde hace algún tiempo, esto queda demostrado en la “política cultural” del gobierno provincial, que en lugar de malgastar fondos en cosas superfluas como obras edilicias, insumos para escuelas o capacitación docente, prefiere destinar más de 600 mil pesos en la mencionada Offside para que nos cultive con cantautores de fama mundial.
Que el recital de los Cadillacs fue trascendente para el turismo de la provincia, como afirma el gobierno, no caben dudas, sino, basta con observar la cantidad de nuevos peregrinos que se acercaron a Mendoza deseosos de conocer la ciudad que albergó aunque sea por una noche a los autores de éxitos como “Siguiendo la luna”, “Vasos vacíos” y “La vida”.
En cuanto al peso que tiene el rock en la cultura, este gobierno no se deja engañar y por eso, no mide a todos con la misma vara y establece categorías distintas; porque cierto es que la cuota de “cultura” que aporta cada artista es diferente, no es lo mismo el academicismo de los Fabulosos Cadillacs ($315 mil) que la erudición de Catupecu Machu ($190 mil) o que la sapiencia de Los Sultanes ($23 mil). Aunque existen diferencias científicas entre ellos, siguen aportando una cuota mayor de cultura de la que pudiera aportar cualquier bandita local, que por supuesto debería tocar gratis, no por cuestiones económicas sino por la escasa sabiduría que aportan.
La demostración más importante de la tenacidad de Jaque en cuanto a la cultura y a transformar a Mendoza en una ciudad rockera se refleja en que después de hacer mil intentos, todos malogrados, para traer a la provincia al rockero y filósofo sentimental Ricardo Arjona, se consiguió un imitador, al que contrataron cinco veces para tocar en el Casino de Mendoza, recinto escolástico en el cual actuaron músicos de la altura pedagógica de David Bolsoni, entre otros.
La provincia se está abriendo al mundo y la cultura del rock es la única que puede ayudarnos. Brindemos por la nueva Mendoza City Rockers.

Esteban Marcussi
Mendoza, 1 de septiembre de 2009

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