TV para todos


La presidenta de la Nación acaba de presentar la “TV para todos”, un plan que intentará facilitar el acceso a la televisión de miles de argentinos.
Este proyecto tiene como fin lanzar al mercado unos 150.000 LCD de 32 pulgadas a un muy bajo precio ($2.700.-) y a pagar en 60 cuotas sin interés gracias al financiamiento del Banco de la Nación Argentina.
Esta medida es puramente política, me animo a decirlo tan abiertamente debido a que de a poco le vamos perdiendo el miedo a la “esa” palabra, otra cosa que le debemos agradecer a Néstor. Como decía, es puramente política y abarca, naturalmente, varios flancos. Entre ellos vemos que la prioridad la tienen los jubilados y de esta manera el gobierno vuelve a mostrarse a favor de la tercera edad, muy vapuleada desde siempre. Además, las televisiones ya vienen equipadas con el “aparatito” capaz de sintonizar los canales digitales, y de esta manera el Gobierno logra impulsar la televisiín digital terrestre (TDT) oponiéndose al monopolio del grupo clarín. Y por último, a través de este plan el gobierno logra congraciarse aún más con la clase media, tal vez, la más difícil de convencer a la hora de las elecciones. Podrían esgrimirse algunas otras pero lo cierto es que serían redundantes.
Quien esto escribe, habrá notado, está de acuerdo en parte con esta medida. No porque no le parezcan válidos los argumentos esgrimidos hasta aquí sino porque cree que no es el momento para hacerlo. Por supuesto que menos útil, tal vez, sería hacerlo después de las elecciones. El punto es, que si se va a aportar financiamiento a través del banco de la Nación Argentina para todas las familias creo que hay otros productos más urgentes que un LCD. En ésta época invernal que nos toca, no hubiese estado mal que financien la compra de estufas, o quizá la conexión doméstica de la red de gas (que desde la puerta de casa hasta adentro suele ser bastante onerosa, red de gas que pasa por nuestra puerta gracias a Néstor y a Cristina, aclaro), o tal vez calefones o heladeras o lavarropas o camas u otras cosas.
El crecimiento económico evidenciado desde 2003 generó un crecimiento sin par. La pobreza bajó a niveles impensados, igual que la indigencia. Pero cierto es que todavía quedan familias que no han logrado salir, y que lo harán tarde o temprano de seguir este modelo económico. Pero mientras tanto no hay que perder el eje de la cuestión.
Sé que la manipulación que hacen los medios es muy grande (sino total) y que combatirla es un deber del Estado pero también lo es el frío, ese frío que cala los huesos, que congela, que obliga a quemar leña para no morir de frío y morir de intoxicación. 

Por Pedro Sietevidas desde Río Cuarto, Córdoba

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