Mire, vamos a hacer un cosa, dejémonos de rodeos y vayamos al grano, que las volteretas son para aquellos que nada tienen para decir. ¡A usted le hablo!, sí a usted, no se me haga el distraído. Voy a contarle una realidad que ya es de perogrullo. Escuche que de tanto andar pensando se olvidó de lo más elemental. En este mundo tan vertiginoso y malvado, sólo nos puede salvar dos cosas: la poesía y la revolución. Y si de revoluciones hablamos nadie mejor que el Che, nuestra guía por antonomasia. Hablar del Che y de la Revolución Cubana es casi lo mismo. Fidel sigue hoy en pie resistiendo los ataques de los poderosos, y por las dudas, anda preparando a Hugo Chávez para que tome la posta de la dignidad rebelde cuando a él le llegue el momento. Porque Chávez sí que se las trae, si hasta fue capaz de reestructurar el marxismo con eso del Socialismo del siglo XX. ¿Qué es eso del socialismo del siglo XX?... cómo le explico, algo así como el primer peronismo pero un poco más moderno. Ojo. Dije el primer peronismo, ese que fue del `46 al `55 cuando nos sacaron a bombazos de la plaza. ¿Se acuerda?, bueno, ese. Hablo del peronismo que levantó las banderas que hoy recoge el kirchnerismo, tal vez un poco más tímidamente, pero las recoge al fin causando sensación en propios y extraños. Me entiende ahora. ¿Que no se dio cuenta?, ¿cómo de qué?... de que todos somos peronistas, salvo que hay algunos que todavía no lo saben… como usted.Por Plinio, el peronista
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